Jamás has visto brillar el sol
como la noche brilla en sus ojos.
La oscuridad es una fiesta de sombra
y silencio en sus labios.
En cada paso suena un compás de corazones,
en cada latido tiembla la madrugada.
Nocturno el viento, atrae, ciega,
desborda el alma.
Que te alejes, dice.
Las ruedas de la noche unen distancias.
Me sobra el mar y líneas en las manos.
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3 comentarios:
Precioso y nocturno, como la voz de Sinatra. Es increíble lo que puede brillar una noche en unas pupilas enamoradas.
Sí, Dana, pero lo increíble es seguir creyendo... en el amor. volver a enamorarse es tarea que sólo el coazón entiende. La razón como la realidad es otra cosa y es particularmente nuestra.
Besos
precioso, como me gustaria que alguien me dijera eso..........
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