domingo, 14 de febrero de 2010

LA DIFERENCIA



La diferencia entre tu isla y la mía

consiste en que a la tuya,

tu isla,

puedo verle los ojos,

besar su frente, adivinar su mirada,

beber el océano que envuelve su desnudez.

La mía…, mi isla,

está vestida por el viento,

aunque para el resto del universo es invisible.

Para ti, náufrago…, destino inalcanzable.

No, no lo haré,

no te besaré por mucho que te empeñes

o mis palabras te enfurezcan.

Nada tengo contra ti.

Es, sólo, que una rana, en el interior

de mi café con leche,

no ha sido nunca mi desayuno favorito.


3 comentarios:

Marcos Callau dijo...

Creo que es un desayuno algo repulsivo. Me ha gustado mucho la parte del náufrago. ¡Cuántas veces nos hemos sentido náufragos!

Doberka dijo...

Y cuántas veces... isla, Dana, ¡cuántas!

Es lo que tiene... la diferencia.

Besos

PHAROS dijo...

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