martes, 25 de mayo de 2010

BEBES SU AUSENCIA


Bebes su ausencia
en cuencos ajenos.

Hurtas del río la humedad
de un desierto sin horas.

Indagas la clara noche
y la sombra del alba.

Habitas el vacío
y el ocaso de sus labios.

Mueres por vivir otra vida
cada vida que no vive en ti.


4 comentarios:

Marcos Callau dijo...

Un final devastador, con mucha fuerza resignada. Me ha gustado mucho "el ocaso de los labios".

Doberka dijo...

Gracias, Marcos. Sí, devastador poema. Me costó encontrar la imagen

Besos

PHAROS dijo...

PRECISO
CUANDO ME ESCRIBES ALGO DE MI

Doberka dijo...

Prometido Pharos.

Besos