viernes, 24 de abril de 2020

PANDEMIA







El sol llora su ausencia

en el silencio de la noche,

la luna cubre su rostro

con su velo de nubes

para no ver la madrugada

donde los árboles sollozan hojas

y tejen alfombras

de hierba y lágrimas.



Jamás la doctrina cegó

con tanto poder el ojo humano

y su conciencia.


Sólo las sombras siguen

los pasos del cadáver,

sólo el viento de la noche

fue testigo de la despedida,

sólo el cielo escuchó

el latido de su corazón.






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